La misión MagISStra
Un vals cósmico
© ESA / NASA TV
|
La secuencia automática de aproximación comenzó unas dos horas antes del atraque. Los tres miembros de la tripulación, y en especial el comandante Dmitri Kondratyev, permanecieron preparados para tomar el control manual de la nave en caso de emergencia.
Tras dos encendidos de los motores principales de la nave, se activaron los sistemas de guiado ‘Kurs’ de la Soyuz y de la Estación Espacial. La nave se aproximó lentamente a la popa de la Estación, antes de comenzar una maniobra que la dejaría perfectamente alineada con el puerto de nádir del módulo ruso Zarya.
La maniobra de aproximación se detuvo a unos 150 m de la Estación. El Centro de Control de la Misión en Koroliov, cerca de Moscú, y las tripulaciones de ambas naves realizaron una última comprobación evaluando los datos de posición aportados por el sistema Kurs y las imágenes de vídeo tomadas desde la ISS.
Tras recibir la autorización para el atraque por parte del Control de la Misión, la Soyuz comenzó el último movimiento de este vals cósmico. Una serie de cortos encendidos de los motores de control de la nave la llevaron con precisión hasta el puerto de atraque de la Estación.
Después de asegurar que ambas naves se encontraban firmemente acopladas, se procedió a comprobar la estanqueidad de la unión. Tras confirmar que no había fugas de aire, la tripulación se quitó los trajes Sokol y comenzó a ecualizar la presión entre las dos naves. La escotilla de la Estación se abrió a las 00:05 CET, permitiendo el encuentro entre las dos tripulaciones.
“Resulta emocionante ver cómo entran en la ISS y saludan a su tripulación”, comenta Simonetta Di Pippo, Directora de Vuelos Tripulados de la ESA, que siguió la maniobra en directo desde el centro de control ruso.
“Ahora Paolo y sus compañeros de tripulación tienen ante sí una intensa misión, marcada por la llegada de dos naves de reabastecimiento, entre las que se encuentra el segundo ATV europeo, Johannes Kepler, la instalación de un gran módulo científico, el AMS, y un gran número de experimentos en los distintos laboratorios del complejo orbital”.
“Estamos muy orgullosos de la importancia y del nivel de participación de Europa en el programa de la ISS, en parte gracias a la regular presencia de astronautas europeos entre los miembros de su tripulación”.
“Les deseo a Paolo y a sus compañeros éxito en su misión y una agradable estancia a bordo de la ISS”.
Tras dos encendidos de los motores principales de la nave, se activaron los sistemas de guiado ‘Kurs’ de la Soyuz y de la Estación Espacial. La nave se aproximó lentamente a la popa de la Estación, antes de comenzar una maniobra que la dejaría perfectamente alineada con el puerto de nádir del módulo ruso Zarya.
La maniobra de aproximación se detuvo a unos 150 m de la Estación. El Centro de Control de la Misión en Koroliov, cerca de Moscú, y las tripulaciones de ambas naves realizaron una última comprobación evaluando los datos de posición aportados por el sistema Kurs y las imágenes de vídeo tomadas desde la ISS.
Tras recibir la autorización para el atraque por parte del Control de la Misión, la Soyuz comenzó el último movimiento de este vals cósmico. Una serie de cortos encendidos de los motores de control de la nave la llevaron con precisión hasta el puerto de atraque de la Estación.
Después de asegurar que ambas naves se encontraban firmemente acopladas, se procedió a comprobar la estanqueidad de la unión. Tras confirmar que no había fugas de aire, la tripulación se quitó los trajes Sokol y comenzó a ecualizar la presión entre las dos naves. La escotilla de la Estación se abrió a las 00:05 CET, permitiendo el encuentro entre las dos tripulaciones.
“Resulta emocionante ver cómo entran en la ISS y saludan a su tripulación”, comenta Simonetta Di Pippo, Directora de Vuelos Tripulados de la ESA, que siguió la maniobra en directo desde el centro de control ruso.
“Ahora Paolo y sus compañeros de tripulación tienen ante sí una intensa misión, marcada por la llegada de dos naves de reabastecimiento, entre las que se encuentra el segundo ATV europeo, Johannes Kepler, la instalación de un gran módulo científico, el AMS, y un gran número de experimentos en los distintos laboratorios del complejo orbital”.
“Estamos muy orgullosos de la importancia y del nivel de participación de Europa en el programa de la ISS, en parte gracias a la regular presencia de astronautas europeos entre los miembros de su tripulación”.
“Les deseo a Paolo y a sus compañeros éxito en su misión y una agradable estancia a bordo de la ISS”.
La misión MagISStra
Un vals cósmico
© ESA / NASA TV
|
La secuencia automática de aproximación comenzó unas dos horas antes del atraque. Los tres miembros de la tripulación, y en especial el comandante Dmitri Kondratyev, permanecieron preparados para tomar el control manual de la nave en caso de emergencia.
Tras dos encendidos de los motores principales de la nave, se activaron los sistemas de guiado ‘Kurs’ de la Soyuz y de la Estación Espacial. La nave se aproximó lentamente a la popa de la Estación, antes de comenzar una maniobra que la dejaría perfectamente alineada con el puerto de nádir del módulo ruso Zarya.
La maniobra de aproximación se detuvo a unos 150 m de la Estación. El Centro de Control de la Misión en Koroliov, cerca de Moscú, y las tripulaciones de ambas naves realizaron una última comprobación evaluando los datos de posición aportados por el sistema Kurs y las imágenes de vídeo tomadas desde la ISS.
Tras recibir la autorización para el atraque por parte del Control de la Misión, la Soyuz comenzó el último movimiento de este vals cósmico. Una serie de cortos encendidos de los motores de control de la nave la llevaron con precisión hasta el puerto de atraque de la Estación.
Después de asegurar que ambas naves se encontraban firmemente acopladas, se procedió a comprobar la estanqueidad de la unión. Tras confirmar que no había fugas de aire, la tripulación se quitó los trajes Sokol y comenzó a ecualizar la presión entre las dos naves. La escotilla de la Estación se abrió a las 00:05 CET, permitiendo el encuentro entre las dos tripulaciones.
“Resulta emocionante ver cómo entran en la ISS y saludan a su tripulación”, comenta Simonetta Di Pippo, Directora de Vuelos Tripulados de la ESA, que siguió la maniobra en directo desde el centro de control ruso.
“Ahora Paolo y sus compañeros de tripulación tienen ante sí una intensa misión, marcada por la llegada de dos naves de reabastecimiento, entre las que se encuentra el segundo ATV europeo, Johannes Kepler, la instalación de un gran módulo científico, el AMS, y un gran número de experimentos en los distintos laboratorios del complejo orbital”.
“Estamos muy orgullosos de la importancia y del nivel de participación de Europa en el programa de la ISS, en parte gracias a la regular presencia de astronautas europeos entre los miembros de su tripulación”.
“Les deseo a Paolo y a sus compañeros éxito en su misión y una agradable estancia a bordo de la ISS”.
Tras dos encendidos de los motores principales de la nave, se activaron los sistemas de guiado ‘Kurs’ de la Soyuz y de la Estación Espacial. La nave se aproximó lentamente a la popa de la Estación, antes de comenzar una maniobra que la dejaría perfectamente alineada con el puerto de nádir del módulo ruso Zarya.
La maniobra de aproximación se detuvo a unos 150 m de la Estación. El Centro de Control de la Misión en Koroliov, cerca de Moscú, y las tripulaciones de ambas naves realizaron una última comprobación evaluando los datos de posición aportados por el sistema Kurs y las imágenes de vídeo tomadas desde la ISS.
Tras recibir la autorización para el atraque por parte del Control de la Misión, la Soyuz comenzó el último movimiento de este vals cósmico. Una serie de cortos encendidos de los motores de control de la nave la llevaron con precisión hasta el puerto de atraque de la Estación.
Después de asegurar que ambas naves se encontraban firmemente acopladas, se procedió a comprobar la estanqueidad de la unión. Tras confirmar que no había fugas de aire, la tripulación se quitó los trajes Sokol y comenzó a ecualizar la presión entre las dos naves. La escotilla de la Estación se abrió a las 00:05 CET, permitiendo el encuentro entre las dos tripulaciones.
“Resulta emocionante ver cómo entran en la ISS y saludan a su tripulación”, comenta Simonetta Di Pippo, Directora de Vuelos Tripulados de la ESA, que siguió la maniobra en directo desde el centro de control ruso.
“Ahora Paolo y sus compañeros de tripulación tienen ante sí una intensa misión, marcada por la llegada de dos naves de reabastecimiento, entre las que se encuentra el segundo ATV europeo, Johannes Kepler, la instalación de un gran módulo científico, el AMS, y un gran número de experimentos en los distintos laboratorios del complejo orbital”.
“Estamos muy orgullosos de la importancia y del nivel de participación de Europa en el programa de la ISS, en parte gracias a la regular presencia de astronautas europeos entre los miembros de su tripulación”.
“Les deseo a Paolo y a sus compañeros éxito en su misión y una agradable estancia a bordo de la ISS”.