La misión MagISStra
Ayunar por la ciencia en la Estación Espacial Internacional
La misión MagISStra se aproxima a su ecuador, y no puede decirse que el astronauta de la ESA Paolo Nespoli haya tenido por ahora mucho tiempo libre en la Estación Espacial Internacional (ISS en sus siglas en inglés). Además de tener que hacer frente a una agenda sobrecargada, Nespoli se ha sometido a una dieta especial.
© ESA/NASA
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Contenido del artículo
- » 1 - En la Estación Espacial Internacional
- » 2 - Sangre, por favor
- » 3 - Ciencia y tecnología
- » 4 - Radiación
En la Estación Espacial Internacional
La ISS se prepara para una nueva era, una fase en la que ya no habrá visitas de los transbordadores de la NASA cada pocos meses. El grueso del esfuerzo en la ISS ya no se orienta a la construcción de la Estación en sí, sino al aprendizaje de cómo vivir y trabajar en el espacio y a la investigación científica.
“El espacio es un lugar único para llevar a cabo muchos tipos de ciencia”, señala Christer Fuglesang, astronauta y jefe de Usos Científicos de la ISS en la ESA.
“El diario de la ISS ya está repleto de ciencia, ya sea con experimentos llevados a cabo por los astronautas o dirigidos de forma remota. Y los propios astronautas también ejercen como sujetos de investigación.
“Una de las principales preguntas que aún debemos resolveres cómo nuestros cuerpos se adaptan a las condiciones del espacio, tanto desde el punto de vista de la investigación básica en biología como de cara a la exploración futura del espacio”, prosigue Fuglesang.
“El espacio es un lugar único para llevar a cabo muchos tipos de ciencia”, señala Christer Fuglesang, astronauta y jefe de Usos Científicos de la ISS en la ESA.
“El diario de la ISS ya está repleto de ciencia, ya sea con experimentos llevados a cabo por los astronautas o dirigidos de forma remota. Y los propios astronautas también ejercen como sujetos de investigación.
“Una de las principales preguntas que aún debemos resolveres cómo nuestros cuerpos se adaptan a las condiciones del espacio, tanto desde el punto de vista de la investigación básica en biología como de cara a la exploración futura del espacio”, prosigue Fuglesang.
La misión MagISStra
Ayunar por la ciencia en la Estación Espacial Internacional
La misión MagISStra se aproxima a su ecuador, y no puede decirse que el astronauta de la ESA Paolo Nespoli haya tenido por ahora mucho tiempo libre en la Estación Espacial Internacional (ISS en sus siglas en inglés). Además de tener que hacer frente a una agenda sobrecargada, Nespoli se ha sometido a una dieta especial.
© ESA/NASA
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Contenido del artículo
- » 1 - En la Estación Espacial Internacional
- » 2 - Sangre, por favor
- » 3 - Ciencia y tecnología
- » 4 - Radiación
En la Estación Espacial Internacional
La ISS se prepara para una nueva era, una fase en la que ya no habrá visitas de los transbordadores de la NASA cada pocos meses. El grueso del esfuerzo en la ISS ya no se orienta a la construcción de la Estación en sí, sino al aprendizaje de cómo vivir y trabajar en el espacio y a la investigación científica.
“El espacio es un lugar único para llevar a cabo muchos tipos de ciencia”, señala Christer Fuglesang, astronauta y jefe de Usos Científicos de la ISS en la ESA.
“El diario de la ISS ya está repleto de ciencia, ya sea con experimentos llevados a cabo por los astronautas o dirigidos de forma remota. Y los propios astronautas también ejercen como sujetos de investigación.
“Una de las principales preguntas que aún debemos resolveres cómo nuestros cuerpos se adaptan a las condiciones del espacio, tanto desde el punto de vista de la investigación básica en biología como de cara a la exploración futura del espacio”, prosigue Fuglesang.
“El espacio es un lugar único para llevar a cabo muchos tipos de ciencia”, señala Christer Fuglesang, astronauta y jefe de Usos Científicos de la ISS en la ESA.
“El diario de la ISS ya está repleto de ciencia, ya sea con experimentos llevados a cabo por los astronautas o dirigidos de forma remota. Y los propios astronautas también ejercen como sujetos de investigación.
“Una de las principales preguntas que aún debemos resolveres cómo nuestros cuerpos se adaptan a las condiciones del espacio, tanto desde el punto de vista de la investigación básica en biología como de cara a la exploración futura del espacio”, prosigue Fuglesang.