El Wide Field Imager
La galaxia de súper vientos NGC 4666
La destacada galaxia NGC 4666 en el centro de la imagen es una galaxia starbust, ubicada a una distancia de unos 80 millones de años-luz de la Tierra, donde se desarrolla una formación de estrellas particularmente intensa. Se cree que los estallidos estelares son causados por interacciones gravitacionales entre NGC 4666 y sus galaxias vecinas, incluyendo a NGC 4668 que se observa abajo a la izquierda. Estas interacciones provocan frecuentes y vigorosas formaciones de estrellas en las galaxias involucradas.
© ESO/J. Dietrich
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Una combinación de explosiones de supernovas y fuertes vientos provenientes de estrellas masivas en la zona de estallidos estelares conduce a un vasto flujo de gas desde la galaxia hacia el espacio: el llamado “súper viento”. Éste, que es de una envergadura enorme, proviene de la brillante zona central de la galaxia y se extiende por decenas de miles de años-luz. En vista que el gas de súper viento es muy caliente, emite radiación mayoritariamente como rayos X y en la parte radial del espectro, y no puede ser visto en imágenes de luz visible como la presentada aquí.
Esta imagen fue obtenida como parte del seguimiento a observaciones realizadas con el telescopio espacial XMM-Newton de ESA en rayos X. NGC 4666 era el objetivo de las observaciones originales de XMM-Newton, pero gracias al amplio campo de visión del telescopio, muchas otras fuentes de rayos X fueron también vistas en el fondo. Una de tales fortuitas detecciones es un débil cúmulo de galaxias que se observa cerca del borde inferior de la imagen, a la derecha del centro. Este cúmulo está mucho más lejos de nosotros que NGC 4666, a una distancia de unos tres mil millones de años-luz.
Para poder comprender del todo la naturaleza de los objetos astronómicos, los investigadores deben estudiarlos a varias longitudes de onda. Ello porque dicha diversidad puede explicarnos los distintos procesos físicos que ocurren. En este caso, las observaciones con el Wide Field Imager (WFI) [1] fueron realizadas con luz visible para investigar luego estos objetos detectados fortuitamente en rayos X, un buen ejemplo de cómo los astrónomos que usan diferentes telescopios trabajan en conjunto para explorar el Universo.
Notas
[1] El WFI es un proyecto conjunto entre el Observatorio Europeo Austral (ESO), el Instituto Max-Planck para la Astronomía (MPIA) en Heidelberg (Alemania) y el Observatorio Astronómico Capodimonte (OAC) en Nápoles (Italia).
Fuente: ESO
Esta imagen fue obtenida como parte del seguimiento a observaciones realizadas con el telescopio espacial XMM-Newton de ESA en rayos X. NGC 4666 era el objetivo de las observaciones originales de XMM-Newton, pero gracias al amplio campo de visión del telescopio, muchas otras fuentes de rayos X fueron también vistas en el fondo. Una de tales fortuitas detecciones es un débil cúmulo de galaxias que se observa cerca del borde inferior de la imagen, a la derecha del centro. Este cúmulo está mucho más lejos de nosotros que NGC 4666, a una distancia de unos tres mil millones de años-luz.
Para poder comprender del todo la naturaleza de los objetos astronómicos, los investigadores deben estudiarlos a varias longitudes de onda. Ello porque dicha diversidad puede explicarnos los distintos procesos físicos que ocurren. En este caso, las observaciones con el Wide Field Imager (WFI) [1] fueron realizadas con luz visible para investigar luego estos objetos detectados fortuitamente en rayos X, un buen ejemplo de cómo los astrónomos que usan diferentes telescopios trabajan en conjunto para explorar el Universo.
Notas
[1] El WFI es un proyecto conjunto entre el Observatorio Europeo Austral (ESO), el Instituto Max-Planck para la Astronomía (MPIA) en Heidelberg (Alemania) y el Observatorio Astronómico Capodimonte (OAC) en Nápoles (Italia).
Fuente: ESO
El Wide Field Imager
La galaxia de súper vientos NGC 4666
La destacada galaxia NGC 4666 en el centro de la imagen es una galaxia starbust, ubicada a una distancia de unos 80 millones de años-luz de la Tierra, donde se desarrolla una formación de estrellas particularmente intensa. Se cree que los estallidos estelares son causados por interacciones gravitacionales entre NGC 4666 y sus galaxias vecinas, incluyendo a NGC 4668 que se observa abajo a la izquierda. Estas interacciones provocan frecuentes y vigorosas formaciones de estrellas en las galaxias involucradas.
© ESO/J. Dietrich
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Una combinación de explosiones de supernovas y fuertes vientos provenientes de estrellas masivas en la zona de estallidos estelares conduce a un vasto flujo de gas desde la galaxia hacia el espacio: el llamado “súper viento”. Éste, que es de una envergadura enorme, proviene de la brillante zona central de la galaxia y se extiende por decenas de miles de años-luz. En vista que el gas de súper viento es muy caliente, emite radiación mayoritariamente como rayos X y en la parte radial del espectro, y no puede ser visto en imágenes de luz visible como la presentada aquí.
Esta imagen fue obtenida como parte del seguimiento a observaciones realizadas con el telescopio espacial XMM-Newton de ESA en rayos X. NGC 4666 era el objetivo de las observaciones originales de XMM-Newton, pero gracias al amplio campo de visión del telescopio, muchas otras fuentes de rayos X fueron también vistas en el fondo. Una de tales fortuitas detecciones es un débil cúmulo de galaxias que se observa cerca del borde inferior de la imagen, a la derecha del centro. Este cúmulo está mucho más lejos de nosotros que NGC 4666, a una distancia de unos tres mil millones de años-luz.
Para poder comprender del todo la naturaleza de los objetos astronómicos, los investigadores deben estudiarlos a varias longitudes de onda. Ello porque dicha diversidad puede explicarnos los distintos procesos físicos que ocurren. En este caso, las observaciones con el Wide Field Imager (WFI) [1] fueron realizadas con luz visible para investigar luego estos objetos detectados fortuitamente en rayos X, un buen ejemplo de cómo los astrónomos que usan diferentes telescopios trabajan en conjunto para explorar el Universo.
Notas
[1] El WFI es un proyecto conjunto entre el Observatorio Europeo Austral (ESO), el Instituto Max-Planck para la Astronomía (MPIA) en Heidelberg (Alemania) y el Observatorio Astronómico Capodimonte (OAC) en Nápoles (Italia).
Fuente: ESO
Esta imagen fue obtenida como parte del seguimiento a observaciones realizadas con el telescopio espacial XMM-Newton de ESA en rayos X. NGC 4666 era el objetivo de las observaciones originales de XMM-Newton, pero gracias al amplio campo de visión del telescopio, muchas otras fuentes de rayos X fueron también vistas en el fondo. Una de tales fortuitas detecciones es un débil cúmulo de galaxias que se observa cerca del borde inferior de la imagen, a la derecha del centro. Este cúmulo está mucho más lejos de nosotros que NGC 4666, a una distancia de unos tres mil millones de años-luz.
Para poder comprender del todo la naturaleza de los objetos astronómicos, los investigadores deben estudiarlos a varias longitudes de onda. Ello porque dicha diversidad puede explicarnos los distintos procesos físicos que ocurren. En este caso, las observaciones con el Wide Field Imager (WFI) [1] fueron realizadas con luz visible para investigar luego estos objetos detectados fortuitamente en rayos X, un buen ejemplo de cómo los astrónomos que usan diferentes telescopios trabajan en conjunto para explorar el Universo.
Notas
[1] El WFI es un proyecto conjunto entre el Observatorio Europeo Austral (ESO), el Instituto Max-Planck para la Astronomía (MPIA) en Heidelberg (Alemania) y el Observatorio Astronómico Capodimonte (OAC) en Nápoles (Italia).
Fuente: ESO