La sonda Rosetta
La sonda Rosetta
© ESA - C. Carreau
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Un equipo internacional, en el que se encuentra Jessica Agarwal, antigua investigadora asociada a la ESA, fue capaz de distinguir un asteroide de unos 120 m de diámetro al frente del rastro de escombros.
Al introducir los resultados de estas observaciones en el modelo matemático de la colisión, el Dr. Snodgrass y su equipo concluyeron que el otro asteroide probablemente fuese muy pequeño, de tan sólo unos pocos metros de diámetro, por lo que habría quedado completamente destruido tras la colisión.
“Es muy emocionante investigar los restos de una colisión tan reciente”, comenta Rita Schulz, Científica del Proyecto Rosetta para la ESA.
Se estima que este tipo de impactos sólo suceden una vez cada mil millones de años, si nos centramos en un asteroide en concreto. Sin embargo, teniendo en cuenta el gran número de objetos que componen el cinturón de asteroides, podría suceder una colisión como esta cada doce años, aproximadamente.
A medida que avanza la tecnología, somos capaces de detectar objetos más pequeños en el firmamento; el Dr. Snodgrass espera que las nuevas generaciones de telescopios permitan cada año observar colisiones entre asteroides más pequeños.
“El asteroide P/2010 A2 podría ser tan sólo un anticipo de los nuevos descubrimientos que nos esperan”, concluye el Dr. Snodgrass.
Fuente: ESA
Al introducir los resultados de estas observaciones en el modelo matemático de la colisión, el Dr. Snodgrass y su equipo concluyeron que el otro asteroide probablemente fuese muy pequeño, de tan sólo unos pocos metros de diámetro, por lo que habría quedado completamente destruido tras la colisión.
“Es muy emocionante investigar los restos de una colisión tan reciente”, comenta Rita Schulz, Científica del Proyecto Rosetta para la ESA.
Se estima que este tipo de impactos sólo suceden una vez cada mil millones de años, si nos centramos en un asteroide en concreto. Sin embargo, teniendo en cuenta el gran número de objetos que componen el cinturón de asteroides, podría suceder una colisión como esta cada doce años, aproximadamente.
A medida que avanza la tecnología, somos capaces de detectar objetos más pequeños en el firmamento; el Dr. Snodgrass espera que las nuevas generaciones de telescopios permitan cada año observar colisiones entre asteroides más pequeños.
“El asteroide P/2010 A2 podría ser tan sólo un anticipo de los nuevos descubrimientos que nos esperan”, concluye el Dr. Snodgrass.
Fuente: ESA
La sonda Rosetta
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© ESA - C. Carreau
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Un equipo internacional, en el que se encuentra Jessica Agarwal, antigua investigadora asociada a la ESA, fue capaz de distinguir un asteroide de unos 120 m de diámetro al frente del rastro de escombros.
Al introducir los resultados de estas observaciones en el modelo matemático de la colisión, el Dr. Snodgrass y su equipo concluyeron que el otro asteroide probablemente fuese muy pequeño, de tan sólo unos pocos metros de diámetro, por lo que habría quedado completamente destruido tras la colisión.
“Es muy emocionante investigar los restos de una colisión tan reciente”, comenta Rita Schulz, Científica del Proyecto Rosetta para la ESA.
Se estima que este tipo de impactos sólo suceden una vez cada mil millones de años, si nos centramos en un asteroide en concreto. Sin embargo, teniendo en cuenta el gran número de objetos que componen el cinturón de asteroides, podría suceder una colisión como esta cada doce años, aproximadamente.
A medida que avanza la tecnología, somos capaces de detectar objetos más pequeños en el firmamento; el Dr. Snodgrass espera que las nuevas generaciones de telescopios permitan cada año observar colisiones entre asteroides más pequeños.
“El asteroide P/2010 A2 podría ser tan sólo un anticipo de los nuevos descubrimientos que nos esperan”, concluye el Dr. Snodgrass.
Fuente: ESA
Al introducir los resultados de estas observaciones en el modelo matemático de la colisión, el Dr. Snodgrass y su equipo concluyeron que el otro asteroide probablemente fuese muy pequeño, de tan sólo unos pocos metros de diámetro, por lo que habría quedado completamente destruido tras la colisión.
“Es muy emocionante investigar los restos de una colisión tan reciente”, comenta Rita Schulz, Científica del Proyecto Rosetta para la ESA.
Se estima que este tipo de impactos sólo suceden una vez cada mil millones de años, si nos centramos en un asteroide en concreto. Sin embargo, teniendo en cuenta el gran número de objetos que componen el cinturón de asteroides, podría suceder una colisión como esta cada doce años, aproximadamente.
A medida que avanza la tecnología, somos capaces de detectar objetos más pequeños en el firmamento; el Dr. Snodgrass espera que las nuevas generaciones de telescopios permitan cada año observar colisiones entre asteroides más pequeños.
“El asteroide P/2010 A2 podría ser tan sólo un anticipo de los nuevos descubrimientos que nos esperan”, concluye el Dr. Snodgrass.
Fuente: ESA